La Lactancia Materna También es Cosa Nuestra

Hay muchas cosas que los padres podemos hacer en relación a la lactancia materna para facilitar el proceso a nuestra pareja. A pesar de lo que pueda parecer os aseguro que también es cosa nuestra.

Lo primero de lo que quiero hablaros es de la lactancia materna frente a las llamadas «fórmulas» o, como se llamaba antes, «leche artificial». La palabra fórmula suena a «solución frente a un problema» y no tanto a «artificial», ¿verdad? Cómo es el marketing…

No creo que a estas alturas haya duda de cuál es la mejor alimentación que se le puede dar a un bebé recién nacido hasta, como mínimo, los 6 meses de vida. Aunque todavía me sorprendo y escandalizo cuando escucho a gente (sobre todo a algunas abuelas) decir » es que su leche no le alimenta bien…» 😒… ¿Qué va a haber mejor para un bebé que el alimento que fabrica su propia madre? ¿El de una vaca? ¿En serio?

Gracias a la ciencia, aquellas madres que no pueden alimentar a sus hijos con su propia leche, existe una alternativa para que los bebés puedan tener, al menos, lo mínimo que necesitan para su desarrollo. En ocasiones no poder darle el pecho a tu hijo responde a factores externos, presiones sociales o falta de práctica. Ahí es donde puede que las parejas podamos echar una mano.

¿Qué podemos hacer para ayudar en estos casos y que nuestras parejas no tengan que renunciar a la lactancia materna? La mayoría de nosotros, antes de tener un bebé, y muchos incluso una vez el bebé ha llegado, no tenemos ni idea de qué va todo ésto.

Una de las preguntas que los padres, en nuestro papel de acompañantes durante el embarazo, vamos a escuchar es «y tú ¿vas a darle el pecho al bebé?» Por si hay dudas, casi en un 99% de las veces, la pregunta no nos la harán a nosotros, así que estad tranquilos. Si lo pensamos bien, y usamos la lógica, lo normal sería que todas las madres le dieran el pecho a sus bebés, porque para eso la naturaleza los ha puesto ahí. Pero hoy en día se plantea como una opción porque se tienen en cuenta diversos factores, como posibles problemas físicos que pueda tener la madre o situaciones laborales no compatibles. Cuando el motivo, y aquí entramos en polémica, es únicamente la «comodidad para la madre», yo personalmente no lo entiendo aunque respeto la decisión personal de cada una, por supuesto. Principalmente porque creo que cuando uno tiene hijos, su bienestar y cuidado debe ser lo primero.

Veamos algunos datos interesantes que a los padres no nos explican pero que también deberíamos saber para crearnos una opinión propia:

Leche Materna – Beneficios para tu Bebé

  • Tiene anticuerpos, que al mamar pasan al bebé y ayudan a su sistema inmunológico frente a enfermedades. Lo que viene a ser un subidón para sus defensas.
  • Contiene probióticos, que ayudan a los intestinos a combatir la proliferación de bacterias dañinas para el cuerpo del bebé.
  • La mayoría de bebés digieren mejor la leche materna que las fórmulas, evitando así los famosos cólicos nocturnos, vómitos y otros problemas gastrointestinales.
  • Tiene lactosa, suero, proteína de caseína y grasa, un cocktail nutricional perfecto para el bebé. Además tiene múltiples vitaminas y minerales.
  • Como la madre tiene una alimentación variada, el bebé será menos propenso a tener alergias e intolerancias. Además va consumiendo en pequeñas dosis a través de la leche, las sustancias que contienen los alimentos que ingiere la madre. De este modo su cuerpo se va habituando progresivamente a ellas.
  • Y algo contra lo que las fórmulas no pueden competir, contiene células vivas, como glóbulos blancos, células madre y micróbios (de los buenos). Se ha demostrado que si un bebé está enfermo (en algunos casos) y toma leche materna, su nivel de anticuerpos, y en algunos casos aumenta y puede curarse de una forma más efectiva. Y también los anticuerpos específicos que ya disponga la madre para combatir dicha enfermedad.
  • Por último, dar de mamar crea un vínculo madre-hij@ que ningún biberón puede igualar. Sirve de efecto calmante y tranquilizador para el bebé, ayuda a conciliar el sueño en momentos de cansancio de una forma placentera (en los que el niñ@ no es capaz de hacerlo por si mism@). El factor psicológico que supone para ambos es, si se consigue hacer de forma no dolorosa, una de las experiencias más bonitas para las dos partes implicadas en el proceso.

Fórmula – Beneficios para tu Bebé

  • Si es totalmente imposible que la madre de el pecho al bebé, éste no se muere de hambre.
  • Contiene los nutrientes básicos necesarios para la alimentación del bebé.
  • Hay gente que considera «bueno para el bebé» darle fórmula porque así el padre también puede darle de comer si la madre no puede por algún motivo y tener su momento de protagonismo en la alimentación de su hij@ en sus primeros meses de vida. Ésto debe verse únicamente como una opción ante un problema de la madre, no como algún tipo de derecho que podamos reclamar los padres. No es nuestro papel natural alimentar a nuestros bebés en esta época. No es algo que hay que fomentar aunque esté a nuestra disposición, aceptémoslo, debe ser únicamente una opción en casos de fuerza mayor.
  • Existen muchas otras cosas que los padres podemos hacer para participar en los cuidados del niñ@ y crear también un vinculo con ellos como pueden ser cambiar pañales, dormir, bañar, pasear, portear, estimular…

Después de ésto, y si todavía tienes alguna duda de qué es mejor para tu hij@, aún hay más:

  • La lecha materna no hay que calentarla y puede ser suministrada en cualquier ocasión y lugar (atemos los prejuicios y pensamientos carcas a una roca y echémoslos al río). El pecho, quitando la higiene normal, no tiene que esterilizarse y la tetina suele ser o acaba siendo adaptada a la forma que al bebé más le conviene para alimentarse.
  • Es más barata que la fórmula, es un buffet libre de esos de «coma todo lo que pueda por el mismo precio», sólo que además en este caso, el precio para el bebé (y para los padres) es 0.

Ahora bien, la sociedad (influida inconscientemente por la industria farmacéutica), ha seguido durante algunas generaciones la premisa de que si existe algún problema. No hace falta calentarse la cabeza y podemos recurrir a la alimentación artificial. Es por ello que muchas madres se dan por vencidas en muy poco tiempo si ven que al iniciar la lactancia surge alguna complicación o que se imaginan el «sacrificio» que supone antes de hacerlo y se les hace un mundo.

Pero tened en cuenta esto: la lactancia materna es posible y muy necesaria, y pongo mi experiencia como prueba de ello. Nuestros hijos han tenido bastantes problemas para poder cogerse al pecho y los hemos superado todos. El primero lo logró y estuvo hasta los 14 meses y el segundo actualmente toma sin problemas, pero al principio fue muy complicado.

Si hay voluntad y entendemos lo importante que es para la salud de nuestro hij@ y para nuestra compañera, podemos servir de apoyo en los momentos duros y de ayuda en todo momento para que ambos consigan llevarlo a cabo.

Nuestro papel es tan importante en este momento como el de la propia madre. Hay una gran cantidad de cosas que podemos hacer para facilitar la experiencia a la madre y al bebé. Asumid todo el trabajo de casa que os sea posible. Cread un entorno agradable en el que ambos se sientan cómodos, cuidadlos, mimadlos, dadles apoyo y cariño. Tened en cuenta que necesitan relajarse y descansar, ayudadles a ello y veréis que vosotros también formaréis parte de la lactancia de vuestros hijos.

Hay un libro que os recomiendo mucho para aquellos que queráis conocer un poco más sobre este tema. En realidad para todos aquellos que acabáis de tener un bebé o que vais a tener uno. Se llama «Un Regalo para toda la Vida», de Carlos González. Su sinceridad, sensatez y razonamiento lógico me hizo entender la lactancia materna y el primer año de vida de un bebé y creo que debería ser una lectura casi obligatoria para todo el mundo. Es necesario que rompamos con las imposiciones de una época ya pasada y evolucionemos. Volvamos a costumbres y actitudes más naturales, que beneficiarán a nuestros hijos y a nosotros mismos. Leedlo y no os arrepentiréis, os lo aseguro.

Y con este post me despido por hoy. Espero que os haya gustado, os haya aclarado alguna duda y ya sabéis, si queréis comentarme algo, podéis hacerlo en los comentarios, en Facebook o en Instagram.

¡Hasta la próxima Capitanes!

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